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Carta agradecimiento de Diego Boris

Fecha: 25/05/2022


 

Hola, ¿qué tal?
 
    Soy Diego Boris, músico, y durante 8 años (dos períodos consecutivos de 4 años, el máximo que permite "nuestra" ley) tuve el honor de ser presidente del Instituto Nacional de la Música, ese sueño construido llamado INAMU.

    Desde mi experiencia, más que enumerar todo lo que se hizo en esa etapa fundacional del Instituto (gran parte detallado en www.inamu.musica.ar) me gustaría principalmente agradecer y compartir de forma breve solo dos conceptos:

    1) NO ES LO MISMO QUE EXISTA EL INAMU A QUE NO EXISTA
 
     Parece obvia la reflexión... pero en tiempos donde se vacían de contenido palabras tan importantes como libertad o independencia, entre otras, poder tener un organismo que respeta la libertad artística individual, pero claramente también reconoce que tiene que estar equilibrada con el concepto de libertad social, es fundamental porque de lo contrario sería "solo" la lógica del mercado la que definiría qué cultura genera un país. En este sentido, cada grupo o solista musical de la Argentina es un anticuerpo cultural natural, y es necesario cuidarlo y ayudar a que se desarrolle.

    Para tener el INAMU trabajamos mucho: primero nos juntamos y organizamos (año 2000), luego conseguimos los fondos para el “futuro Instituto” en la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (año 2009) y, finalmente, se logró la normativa que crea el Instituto Nacional de la Música (en el 2012).

    Entonces, no es lo mismo declamar que organizarse y construir. ¡No es lo mismo tener un órgano de fomento a no tenerlo! ¡No es lo mismo! Así de simple.

    2) CUÁNTO SE PUDO (Y SE PUEDE) HACER DE FORMA COLECTIVA
   
    
Si bien nada es totalmente colectivo, ni completamente individual, durante los últimos años el poder real apuntó a dividirnos, a evitar que nos juntemos. Aunque esta situación sucedió siempre, en esta última etapa se agudizó, y el primer daño fue hacernos creer que no teníamos posibilidad de influir para cambiar positivamente la realidad. Sin embargo, el INAMU ha demostrado que si nos juntamos un grupo de personas que busca dar respuesta a los desafíos del tiempo que nos toca vivir, no resulta tan complicado… Parafraseando a San Martín: "Los desafíos son más altos si los vemos de rodillas". En definitiva, el poder del sector artístico organizado es realmente mucho más potente de lo que nos atrevemos a imaginar…

    Y ahora es el momento de reconocer a todas las personas que acompañaron en este camino, a quienes formaron parte de esta construcción que comenzó allá por el año 2000 con la Unión de Músicos Independientes (UMI). 

         Agradezco eternamente a:

    *Nuestros compañeros y compañeras de actividad musical por defender esta idea realizada: poder contar con un órgano específico de fomento. Cada uno desde su lugar ha protegido este logro, en algunos casos de una manera conmovedora.

   *Cada trabajadora y trabajador del INAMU (siempre me sentí uno más, pero con responsabilidades diferentes), a varios los vi comprometerse al borde de lo posible.

      *Mi compañera de construcción y de primera gestión del Directorio,  y a mi compañera de gestión en el segundo período. 

    *Los órganos de conducción y protagonismo del INAMU: la querida Asamblea Federal, el Comité Representativo y los Consejos Regionales. En estos espacios confirmamos en la práctica lo que veníamos sosteniendo en la teoría: ¡Lo Nacional es lo Federal integrado! Y, en este sentido, hay que cuidar mucho lo conquistado en los Consejos Regionales: "El hecho de que las y los representantes de las asociaciones de músicas/os sean quienes elijan a las personas beneficiarias de casi el 90 % de los fomentos que otorga el INAMU significa un protagonismo inédito del federalismo asociativo-musical territorial". Además se demostró que nuestras compañeras y compañeros de la música estuvieron, con creces, a la altura del desafío; con tanta responsabilidad que hizo que al día de hoy no exista ni una sola denuncia por fomentos mal otorgados. 

    *Cada persona que sigue insistiendo en elegir la música como forma de comunicarse, como trabajo, como forma de vida.

    No tengo ninguna duda de que la futura conducción del INAMU lo va a hacer crecer muchísimo. A nivel personal, es momento de volver a hacer música, con la tranquilidad de haber intentado ir al borde del borde de lo posible.
    
     Hubo un sueño que ya se construyó, nos quedan aún muchos por cumplir: la Ley de la Música Parte 2 (ley laboral que asegure la inclusión en los beneficios sociales para músicas/os de todo el país), la “Casa del Músico/a”, un canal de TV específico para la actividad musical, entre otros. Pero, como ya comprobamos:

     “Los sueños se construyen solo al despertar".
    ¡Hasta siempre y un fuerte abrazo!
    Diego

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